La tripulaciĆ³n de un B-1B Lancer que se estrellĆ³ en la base aĆ©rea de Ellsworth En enero, en Dakota del Sur, un aviĆ³n no logrĆ³ controlar adecuadamente la velocidad aerodinĆ”mica del bombardero y el Ć”ngulo de aproximaciĆ³n al aterrizar, segĆŗn un mordaz informe de la junta de investigaciĆ³n de accidentes.
La investigaciĆ³n, que el Comando de Ataque Global de la Fuerza AĆ©rea publicĆ³ el 25 de julio, tambiĆ©n encontrĆ³ que las malas condiciones climĆ”ticas, la falta de disciplina, la mala gestiĆ³n de los recursos y la comunicaciĆ³n, y “una cultura organizacional que toleraba la decadencia de las habilidades de vuelo” estaban entre los otros factores. Contribuyendo al accidente del 4 de enero.
El informe, firmado por el presidente de la junta de investigaciĆ³n de accidentes, el coronel Erick Lord, criticĆ³ la supuesta falta de supervisiĆ³n efectiva de las operaciones de vuelo por parte del 34.Āŗ EscuadrĆ³n de Bombarderos y la presunta incapacidad del 28.Āŗ EscuadrĆ³n de Apoyo a las Operaciones para comunicar las condiciones meteorolĆ³gicas y del aerĆ³dromo, lo que “habla de cuestiones culturales y de liderazgo”. Los investigadores tambiĆ©n dijeron que encontraron “niveles insatisfactorios de aptitud bĆ”sica para el vuelo” en el 34.Āŗ.
āMuchos de los fallos que llevaron a este percance no fueron un hecho aislado ni una aberraciĆ³nā, concluyĆ³ el informe. āEl percance se produjo debido a numerosos factores, entre ellos una cultura de incumplimiento, una desviaciĆ³n generalizada de las polĆticas y los procedimientos establecidos y varias influencias y condiciones previas organizativasā.
Global Strike dijo que la cadena de mando tomarĆ” las acciones correctivas apropiadas para abordar los problemas destacados en el informe.
Los cuatro miembros de la tripulaciĆ³n del bombardero se eyectaron durante el accidente; dos de ellos sufrieron heridas y fueron tratados y dados de alta de un centro mĆ©dico.
El fuego envolviĆ³ al bombardero B-1 de 451 millones de dĆ³laresque estaba asignado al 28Āŗ Ala de Bombardeo en Ellsworth, y fue una pĆ©rdida total.
El bombardero B-1 fue uno de los dos que participaron en un vuelo de entrenamiento de rutina que comenzĆ³ la tarde del 4 de enero. Los vientos estaban en calma cuando los dos bombarderos despegaron, pero durante el vuelo de aproximadamente 90 minutos, el clima empeorĆ³ y una densa niebla comenzĆ³ a extenderse por el aerĆ³dromo. Los bombarderos acortaron sus vuelos de entrenamiento y regresaron a la base.
El primer bombardero aterrizĆ³ sin problemas, pero la niebla dejĆ³ a la tripulaciĆ³n del B-1 con poca visibilidad mientras se acercaba al aerĆ³dromo, segĆŗn el informe, y los vientos cambiaron rĆ”pidamente durante el Ćŗltimo minuto del vuelo, acelerando el bombardero. El piloto redujo el acelerador del motor tres veces para reducir la velocidad aerodinĆ”mica del bombardero y mantener el Ć”ngulo correcto.
Pero cuando el viento se estabilizĆ³, el informe decĆa que el piloto no volviĆ³ a acelerar para que el bombardero volviera a la velocidad adecuada. El bombardero descendiĆ³ por debajo de su trayectoria de planeo prevista y “se volviĆ³ deficiente en empuje”, pero la tripulaciĆ³n no se dio cuenta de que la velocidad vertical del bombardero habĆa disminuido antes de que se volviera irrecuperable.
Cuatro segundos antes del accidente, el piloto instructor a bordo gritĆ³ āsubir, subir, subirā y dos segundos despuĆ©s repitiĆ³ āsubirā. El informe seƱala que los datos sugieren que despuĆ©s de la Ćŗltima orden del instructor para subir, el piloto accionĆ³ los postquemadores y tirĆ³ de la palanca de control hacia atrĆ”s, pero en ese momento el bombardero āera irrecuperable y estaba fuera de controlā.
El bombardero chocĆ³ contra el suelo a unos 30 metros de la pista de aterrizaje, y el compartimento de la tripulaciĆ³n perdiĆ³ potencia y se quedĆ³ a oscuras. La tripulaciĆ³n se eyectĆ³. El bombardero patinĆ³ unos 1500 metros a travĆ©s de la pista, virando hacia la izquierda, antes de detenerse en llamas en un espacio entre dos pistas.
El informe concluyĆ³ que la causa principal del accidente fue la falta de una āverificaciĆ³n cruzada compuestaā eficaz por parte de la tripulaciĆ³n, una prĆ”ctica que combina varios instrumentos para realizar un seguimiento del rendimiento del aviĆ³n en un entorno de baja visibilidad. Si se hubiera realizado una verificaciĆ³n cruzada eficaz, concluyeron los investigadores, la tripulaciĆ³n deberĆa haber podido saber que la velocidad del aviĆ³n estaba disminuyendo peligrosamente.
āLa (tripulaciĆ³n del accidente) sucumbiĆ³ a la complacencia y la fijaciĆ³n, mientras que (el piloto instructor del accidente) fue ineficaz en sus deberes de liderazgo de la tripulaciĆ³n y supervisiĆ³n del instructorā, concluyĆ³ el informe.
Los investigadores descubrieron que las malas condiciones climĆ”ticas, incluida la formaciĆ³n de hielo durante la fase de descenso, y la falta de conocimiento de las condiciones del aerĆ³dromo contribuyeron sustancialmente al accidente.
El informe indicĆ³ que los investigadores no encontraron ningĆŗn problema de mantenimiento que contribuyera al accidente.
La pĆ©rdida del bombardero representĆ³ otro golpe para una flota de B-1 ya menguante, que ahora cuenta con 44 aviones.
El B-1, un bombardero convencional que no tiene capacidad nuclear, fue utilizado intensamente durante las guerras en Irak y AfganistĆ”n, y como resultado, la flota sufriĆ³ graves problemas de mantenimiento.
En 2021, la Fuerza AĆ©rea retirĆ³ 17 de los B-1 mĆ”s antiguos y desgastados en un intento de liberar recursos para mantener aviones mĆ”s saludables, por lo que solo le quedan 45. El servicio espera seguir volando con ellos, junto con el B-2 Spirit y el B-52 Stratofortress, hasta que entre en servicio el B-21 Raider. En algĆŗn momento de la dĆ©cada de 2030, la Fuerza AĆ©rea planea retirar todos sus B-1 y B-2.
Ellsworth suspendiĆ³ las operaciones del B-1 al dĆa siguiente del accidente y cerrĆ³ su pista durante un mes. Algunos B-1 de Ellsworth fueron enviados a la base aĆ©rea Dyess en Texas durante la investigaciĆ³n.
Durante ese perĆodo, los B-1 de Ellsworth que se habĆan reubicado temporalmente en Dyess participaron en ataques contra objetivos vinculados a IrĆ”n en Irak y Siria despuĆ©s de que ataques con drones mataran a tres soldados estadounidenses e hirieran a docenas mĆ”s.
Stephen Losey es el reportero de guerra aĆ©rea de Defense News. Anteriormente cubriĆ³ temas de liderazgo y personal en Air Force Times y el PentĆ”gono, operaciones especiales y guerra aĆ©rea en Military.com. Ha viajado a Oriente Medio para cubrir operaciones de la Fuerza AĆ©rea de Estados Unidos.